Detenerse un momento. Observar todo lo que te rodea y no solo mirarlo. Escuchar con atención todo sonido y mensaje que te comparte el mundo y no solo oír. Inhalar profundo y percibir todos los aromas que nos rodean. Esto es lo que le hace falta a la vida tan ajetreada a la que nos hemos acostumbrado a vivir y lo que propone el slow living.

El slow living es un movimiento que supo captar la delicia detrás de la lentitud, convirtiéndola en un modo de vivir que ha encontrado muchos entusiastas en todo el mundo. Inició en 1986 con el movimiento "slow food" en Italia en donde se busca reconectar con la naturaleza y consumir comida más saludable y consciente con el medio ambiente.

El slow living propone un consumo sin impacto, preferentemente orgánico, local y no procesado. Es una propuesta integral para cambiar por completo los ritmos con los que habitamos el mundo. ¿Cómo lograrlo?

Haz de cada rutina un ritual.

Tomar un café, preparar la comida, limpiar la casa, arreglar tu cuarto o pasear al perro: todo puede ser más que un hábito rutinario y convertirse en un ritual de relajación y limpieza mental. Aprovecha estos momentos para conectar contigo y realizar de manera consciente la tarea. Disfruta el momento, el ahora.

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Detente y disfruta el comer.

Siéntate en una mesa donde te sientas cómodo y puedas comer con tranquilidad. Aleja cualquier distractor como la tele y disfruta la comida: saboréala, mírala y mastícala lentamente. Trata de comer acompañado y tener charlas de sobremesa placenteras.

Baja la velocidad.

A donde sea que vayas, trata de no hacerlo con prisa. Si tus actividades te lo permiten, trata de salir con suficiente tiempo de anticipación para que no vayas estresado en el tráfico. Y, si la distancia no es mucha, opta mejor por ir caminando o en bici y toma un momento para disfrutar del camino y el viaje. Si quedas atorado en el tráfico, trata de aprovechar esos momentos para conectar contigo, hacerte consciente de lo que has logrado ese día o tus metas si apenas va iniciando.

Date un break de las redes.

A veces utilizamos la televisión o redes sociales para distraernos y creemos que nos ayuda a relajarnos pero la realidad es que el poner atención a una serie o dialogar por las redes sigue siendo un intercambio de energía y procesos mentales. Para realmente descansar, dedica un momento del día y apaga todo lo que te rodea. Dedícate a meditar o escuchar música tranquila que te ayude a realmente no hacer nada y descansar.

Un espacio armonioso y tranquilo es ideal para poder lograr la verdadera tranquilidad y desconexión del mundo que nos rodea. Esto tiene mucho que ver también con los colores que utilices y los neutros y claros siempre serán opciones ideales. Contáctanos y encuentra todo lo que necesitas para adecuar tu espacio a uno más placentero.